Filipinas, donde nos sorprendió el COVID-19.

Filipinas, donde nos sorprendió el COVID-19.

¿ CÓMO LLEGAMOS A ESTE PAÍS?

Comenzamos con el vuelo para llegar a Filipinas. La compañía elegida fue Cebu Pacific. Volamos desde Hanoi a Manila e hicimos caso a los consejos de no visitar la capital, ya que es una ciudad muy caótica.

Sobre la marcha cambiamos de terminal para ir a los vuelos domésticos y poder hacer el trayecto Manila- Bohol con Air Asia. Recomendamos estar al menos 4 horas antes de la hora prevista si tenéis que facturar cada vez que vayáis a viajar con esta compañía, ya que las colas son interminables en el mostrador de facturación.✈

Las dos primeras semanas en Filipinas las hemos pasado con dos amigos que llevaban viajando por Asia más de 6 meses. Es por ello que escogimos opciones de hoteles con habitaciones cuádruples, como con dos habitaciones para 4 personas.

PARA EMPEZAR A MOVERNOS NECESITAMOS DINERO… ¿CÓMO LO HACEMOS EN NUESTROS VIAJES PARA SACAR/ CAMBIAR DINERO?

Ahora llega lo importante, empezar a movernos y para ello necesitamos dinero. La moneda filipina es el peso filipino y su cambio con respecto al euro son 55 pesos, la equivalencia a un euro.

Nuestro consejo para evitar abusos con casas de cambio en el aeropuerto es llevar una tarjeta y sacar en un cajero nada más llegar al país de destino.

¿ CÓMO FUNIONAN LOS HOTELES EN FILIPINAS?

El alojamiento en Filipinas es caro y de baja calidad ya que es un país muy de moda en estos últimos años y poca infraestructura para el turismo que acoge. Os dejamos antes de continuar un resumen de días en cada isla, con alojamientos y precios.

ISLALOCALIDADALOJAMIENTONOCHESPRECIO¿👍?
BoholBoholBohol Garden Homes220€/ noche
BoholLobocMichelina Princess215€/ nocheNo
PalawanPort BartonD´Angels Inn314€/ noche
PalawanEl NidoBanana Grove217€/ nocheNo
CoronCoronEzequiel Backpackers315€/ noche
PalawanPuerto PrincesaHanbes Garden118€/ noche
CebuCebuMagabelle115€/ noche
SiargaoGeneral LunaSunset Hill112€/ noche
SiargaoSan IsidroFreedom Society422€/ noche
SiargaoSan IsidroMangrove Garden116€/ noche
CebuCebuThe Eastern Szechwan115€/ noche
Alojamientos en Filipinas

Y AHORA COMIENZA LA AVENTURA….

  • Isla de Bohol.

En nuestra primera isla elegimos dos cabañas en Bohol Garden Homes, algo pequeñas y baños comunes pero muy limpios. Este alojamiento sirve comida casera muy buena pero cara y se encuentra en mitad de la nada, por lo que el alquiler de moto es muy recomendable. ¿Repetiríamos? Sí.💤

Los alquileres de scooters en Filipinas suelen oscilar entre 6,50€ a 9,25€, suele influir la calidad de la moto y los días que las alquiléis, así también podréis negociar. El litro de gasolina suele estar a 54 pesos (1 euro).

Una playa cercana al alojamiento es la White Beach, con arena blanca y palmerales, aunque no recomendamos ir en días festivos ya que la encontrareis muy concurrida. Los filipinos saben sacarle provecho a un domingo. Lo mismo se dan un chapuzón, que cantan en un karaoke a pie de playa o disfrutan de un lechón asado. Se lo montan bastante bien y siempre con una cerveza  San Miguel cerca. Sí, San Miguel, la marca española aquí es la más consumida, de hecho la marca se fundó aquí en 1890, cuando Filipinas era colonia española.🍺

De la herencia española en el país, lo más notable en Filipinas es la religión católica. La administración española en Filipinas no estuvo tan consolidada como en América Latina y sólo en el idioma tienen palabras sueltas en español. Pero a todos les enorgullece decir los números y palabras como guapo/a, misa o basura que aún conservan en nuestro idioma.

La comida en este país no es cara, pero tampoco llama mucho la atención. Lo que si nos ha sorprendido es ver bares locales con muchas cazuelas con guisos dignos de una abuela española. Carnes en salsa de todo tipo, pescados con guarniciones, sopas e incluso puchero, todo ello acompañado siempre con arroz hervido como buenos asiáticos con su adicción a este cereal. Si tuviéramos que elegir dos platos típicos filipinos serían el Pork Sisi y el Pancit Canton.🍛

El Pork Sisi es un plato contundente compuesto por trozos de cerdo (de la zona de la barriga y de las orejas), hígado de pollo y cebolla, aderezado con salsa de soja, pimienta, chili, jengibre y coronado por un huevo frito. Como acompañamiento arroz hervido y Calamasi (la fruta verde pequeña y redonda con sabor parecido a la lima). Visto así tiene la peor pinta del mundo, la que nunca probaríamos. Muchas veces es mejor no ver la receta como hemos hecho nosotros hasta pasado un tiempo, pero fue sin duda el plato mas sabroso que probamos.

Plato de pork sisi. trozos de  cerdo, con un huevo y fruta parecida a la lima. Gastronomía del país
Pork Sisi

El Pancit Canton son una especie de noodles hechos con harina de trigo y huevo, parecidos a lo que conocemos como spaguettis. Se cocinan con todo tipo de verduras, y pueden llevar pollo, cerdo, gambas, o todo ello junto. El toque de soja no falla.

dos platos, uno de noodles y otro de verduras a la brasa. Gastronomía típica en Filininas
Pancit Canton y verduras a la brasa

Irene tiene una frase que repite cada vez que acaba de comer y es «si no tomo postre, es como si no hubiese comido». ¿ Sabes cual es el postre típico de este país? Ya te adelantamos que el Halo Halo tiene un aspecto precioso y colorido, pero cuando te van enumerando sus ingredientes ya no es todo maravilloso. Y es que un postre contenga alubias o garbanzos en principio no lo hace muy apetecible. A Irene le encantó, como lo hacen todas las cosas dulces. Y es el que Halo Halo además de llevar estas legumbres, lleva helado casero, fruta fresca, gelatinas varias, leche de coco muy azucarada, y cereales a modo de topping crujiente.

Irene con un Halo Halo. Helado, leche de coco, gelatinas y alubias. Postre típico de Filipinas
Halo Halo

También nos resulta curioso encontrar pastelerías en Asia. Y en este país las hay iguales que en España. Un expositor nos muestra la gran variedad de panes y pasteles de todo tipo y el precio por unidad ronda los 10 céntimos de euro. Aquí son muy baratos y hay locales que los venden a pie de carretera.

Pero volviendo a Bohol, no es una isla que destaque por grandes playas ni el mejor snorkel, pero sus paisajes de palmerales nos parecen geniales. Visitamos también la famosa Alona Beach, pero se nos asemejó tanto a las playas atestadas de Benidorm, que no estuvimos en ella ni diez minutos.

Paisaje de un verde palmeral, con un puente atravesándolo, y un perro tumbado ene l puente. Turismo en Filipinas
Palmeral en Bohol

Esta isla tiene un tamaño medio, por lo que pasamos a alojarnos en otro lugar situado más al norte y así hacer accesible otros lugares. En esta ocasión nos alojamos en habitación cuádruple. No fue nada recomendable esta elección, tanto por ser súper pequeña la habitación para cuatro personas, como por sus colchones finos que parecía que dormíamos en una tabla y no en una cama.

Estaba en la localidad de Loboc, punto de partida para visitar las Pahangog Falls (así aparecen en Googles Maps o también Twim Falls) y Ingkumhan Falls. Las primeras cascadas son bastantes espectaculares pero también más concurridas, aunque nosotros tuvimos suerte y durante un rato estuvimos solos. Su precio son 50 pesos y 10 pesos para aparcar la moto (1€ todo). . La segunda cascada es menos espectacular pero también merece la pena visitarla y bañarse en ella por unos 30 céntimos de euro la entrada y parking (20 pesos la entrada, 10 pesos parking). Hay menos gente y es más accesible.

Twin Falls o cascadas gemelas ya que son dos cercanas y en el lago común aparecen Irene y una amiga en dos flotadores bañándose
Twins Falls

Las famosas colinas de Chocolate (Chocolate Hills) se encuentran a unos 45 minutos desde Loboc. Tienen un precio de 1€ por persona para acceder a un mirador desde donde se tiene una vista panorámica.

Las Chocolate Hills son unas formaciones inusuales, icónicas y únicas en el mundo (sólo hay monumentos similares en Eslovenia, Croacia, Cuba o Puerto Rico). Estas formaciones geológicas tan peculiares se debe a una combinación de la disolución de la roca por efecto de la lluvia, las aguas superficiales y subterráneas. El aspecto actual de las Colinas de Chocolate tienen unos 5 millones de años, y en esta formación karstica y de aspecto tan singular han influido elementos de restos de fósiles o corales de cuando estas formaciones se encontraban cubiertas por el océano.

Las Chocolate Hills están compuestas por unas 1.260 colinas y 50 km cuadrados. Su nombre tan peculiar se debe a que su hierba verde se vuelve a un tono marrón en la estación seca y parecen cubiertas por cacao. Nosotros, que somos aventureros, decidimos dar una vuelta por nuestra cuenta entre las colinas y por caminos de tierra, aunque hay que decir que la imagen desde arriba es más bonita.

Manolo e Irene delante de las colinas de chocolate
Colinas de Chocolate

Otra localidad de la isla que nos encantó fue el pueblo de Anda, donde alquilamos gafas y aletas para hacer snorkel. Bajamos por un camino clandestino que nuestros amigos conocían, ya que días antes habían llegado ellos a la isla y habían hecho un tour para ver tortugas.

No era tarea fácil llegar a donde estaban las tortugas, ya que tuvimos que adentrarnos unos 200 metros a nado hasta la zona pero no pasaron ni 10 minutos cuando estábamos nadando entre tortugas y viendo pequeños y coloridos peces, y bastantes estrellas de mar de color turquesa, anaranjadas o azules. El nadar con tortugas solos y tan cerca fue un momento inolvidable.

No os sabríamos indicar el sitio concreto, ya que no había señalización, pero si comentar que hay varios resorts de lujo antes de llegar, con embarcaderos, desde donde se puede acceder a este snorkel, eso sí, previo pago. Por si os sirve de referencia, nosotros accedimos por un camino cerca de un resort llamado BluStar Dive Resort.

La localidad de Anda también cuenta con una playa magnifica de aguas cristalinas, posiblemente la mejor de Bohol, pero de la que no pudimos disfrutar porque se levantó aire y lluvia. Otro detalle que nos gustaría contaros, es que los filipinos no son muy asiduos de los bares, y en ocasiones os puede costar encontrar dónde comer.

A diferencia de otros países asiáticos donde los pueblos son anárquicos, desperdigados, sucios y que uno no sabe donde empieza o acaba, muchos pueblos filipinos si tienen una cierta estructura que recuerda a las pequeñas localidades españolas, con una plaza, una iglesia y la vida se forma alrededor de esta zona.

Esto observamos en Filipinas donde las plazas son centro de vida y coreografías para los mas jóvenes. Les encantan los bailes grupales. En algunas ocasiones nos recordaban a la vida tranquila, despreocupada y sencilla de nuestra niñez, donde los niños jugaban en verano hasta tarde por las calles y donde apenas había trafico. Nos daba algo de nostalgia, envidia y sobre todo alegría de encontrar rincones así.

Ademas, queremos destacar que por si algo nos ha gustado Filipinas es por el empeño que ponen en mantener sus pueblos limpios y donde incluso reciclan y crean bonitas estampas con plásticos que reutilizan. Las cunetas están más limpias que en España. Se ve que existe una conciencia medio ambiental, a diferencia de otros países vecinos.

Volviendo al transcurso del viaje, estos fueron nuestros días en Bohol. Nuestro siguiente destino seria Palawan, a la que llegamos después de tomar dos aviones desde Bohol a Puerto Princesa con una escala interminable de 4 horas en Manila.

  • Isla de Palawan.

Nuestra siguiente parada en Palawan fue Port Barton, situado a unas 4 horas de Puerto Princesa. Nosotros elegimos para desplazarnos hasta allí una furgoneta desde el mismo aeropuerto con otras 13 personas más. Fue un trayecto infernal, pero también la forma más económica de llegar a nuestro destino. Tres noches hemos pasado en Port Barton en D´Angels Inn Hostel. Al principio nos dio mucha inseguridad ya que no aparecía en Google Maps, pero una vez allí la ubicación es buena, en el centro del pueblo y el personal muy amable y servicial. Barato y limpio. ¿Volveríamos? Sí.

El descubrimiento de la White Beach y la Coconut Beach nos dio subidón, ya que eran nuestras primeras playas paradisíacas del viaje en Filipinas. Se encuentran a unos 40 minutos de camino a pie que no aparecía en Google Maps. De hecho, salían unos puntos suspensivos hasta la entrada que nos hacían dudar, pero llegamos con bastante calor y sin ningún problema.

La primera playa que encontramos fue la Coconut Beach con sus cerditos que viven allí, paseándose por la orilla. La entrada a la playa cuesta 0,60€ y merece la pena para conservarla tan limpia como la tienen.

La White Beach cuesta 1€ por persona y también está muy bien. Además cuentan con bares para poder comer allí sin tener que volver al pueblo. Esperamos que si vais por estas playas llevéis repelente para sun flies (o pulgas de arena). Estos insectos hacen unas de las picaduras más molesta que nunca hayamos tenido y sus marcas son evidentes. Con el paso de los días son mas molestas aún. Estas playas son preciosas pero esta advertencia hay que tenerla en cuenta. Ademas son muy numerosos. Y no os queremos quitar las ganas de ir a estas playas, pero tened cuidado también con las medusas.

Paisaje paradisíaco con palmeral y agua turquesa
Coconut Beach

Ya os estáis alegrando de leer este blog y saber estas recomendaciones, ¿verdad?. Aprovechamos para dejaros el enlace con el resto de países de Asia, nuestro continente preferido.

Y siguiendo con el viaje po Filipinas, nos encantan los atardeceres y el de Port Barton nos gustó especialmente. Los tres días que estuvimos, los vimos en el Jambalaya Cajun Café. Este bar a la orilla de la playa desde donde salen los tour en barco por las diferentes islas ( Island hopping) tiene happy hour con copas a 2×1 y cerveza a menos de un euro, mientras disfrutas de música en directo viendo el sol ponerse. Un lugar, para nosotros, imprescindible en Port Barton.

Igual de imprescindible si lleváis una temporada fuera de casa y tenéis mono de comida española, es visitar Lunazul (hotel y restaurante) cuyo dueño es español y en la carta encontramos tortilla y croquetas (entre otros platos españoles) que nos supieron a gloria. Y es que no lo hemos comentado pero nosotros ya llevamos 45 días deambulando por Asia, y ya se nos apetecía algo de la tierra.

Atardecer con cielo en tonos rosados y barco de pesca típico en Filipinas
Atardecer desde Jambalaya Cajun Café

Lo que tanto Tripadvisor como nuestro casero nos recomendó, fue ir al restaurante Gacayan. Llegamos y estaba lleno, pero al haber mesas grandes para compartir no es difícil encontrar huecos. Ha sido sin duda la peor cena en Filipinas. La comida no decía nada y tardamos una hora y media en cenar. No siempre el dios Tripadvisor tiene razón, y mira que nosotros somos fieles a él pero también hay que improvisar, descubrir por nuestra cuenta y dar oportunidades.

En cuanto a la actividad estrella de la zona (y en cualquier isla de Filipinas en general), son los Island hoppnings. Los tours comienzan a las 9 de la mañana y los barcos son para 10 personas máximo, y cuentan con varias paradas:

  1. La primera parada, snorkel en mitad de la nada para ver tortugas. Nos dieron bastante pena ya que había mucha gente y se sentían acorraladas, aunque nadar entre tortugas siempre mola.
  2. La siguiente fue en un arrecife de coral donde, además de disfrutar de este colorido elemento, también pudimos observar la cantidad de fauna marina en dicha zona. Peces de muchos tipos e incluso medusas NO peligrosas, de hecho el guía que también estaba en el agua con nosotros las cogía con la mano y se las pasaba por la cara.
  3. Después pusimos rumbo a una isla paradisíaca para comer, allí nos prepararon una comida bastante buena con pescado que habían cogido minutos antes mientras hacíamos snorkel. Pollo en adobo, pescado a la brasa, arroz, ensalada, verduras revueltas y fruta fue nuestro menú.
  4. La última parada también es curiosa, ya que se paraba en Start Fish, un pequeño islote en el que en los alrededores hay bastantes estrellas de mar. Aunque creemos que esta colocada intencionadamente por los guías para ser un punto de fotografía.

El precio del tour de unas 7 horas de duración está en torno a los 20€ por persona (todo incluido). Hemos elegido hacerlo aquí, ya que en el Nido es muy turístico. De hecho, casi no nos encontramos con más barcos, a excepción del momento tortuga. El precio en el Nido es también más elevado, los barcos tienen una capacidad de 20 personas y la comida no es tan abundante como en éste, según nos han dicho los que han probado los dos tours.

Como anécdota, hay un punto en el snorkel donde los guías tienen localizado a un pez loro que ha desarrollado un agresividad inusual en estos peces y persigue a las personas. Como no, este pez le dio por atacar a Manolo y parecía que sufría un ataque de tiburón por como se movía en el agua y nadaba. Nos echamos unas risas.

Tour totalmente recomendando en Port Barton, por los preciosos fondos marinos, la comida y los guías que se saben donde están los puntos mas interesantes bajo el agua.

Es recomendables pasar al menos tres días en Port Barton, antes de pasar a El Nido Town. Nosotros nos alojamos en un alojamiento llamado Banana Grove en El Nido, el que ha sido el peor alojamiento del viaje. Están comenzando ahora y sólo tienen 4 cabañas, pero hay muchas más opciones en la zona para no tener que elegir este lugar.

Eso sí, la playa Lío se encuentra a 20 minutos a pie desde el alojamiento y merece la pena. Lio Beach es una larga extensión de arena blanca, con un palmeral que da sombra para evitar el calor, con bares y restaurantes bien organizados. También tenía wifi, aunque no logramos conectarnos.

Como curiosidad, el aeropuerto se encuentra a tan sólo unos metros y el espectáculo de aterrizaje y despegue de aviones casi rozando la playa, era un acontecimiento de lo más fotográfico. Además, el agua cristalina nos regaló unos buenos baños y un precioso atardecer donde el cielo llegó a ponerse de un rosa precioso. Pero con el atardecer vienen los mosquitos y los sun flies.

Mejor atardecer Atardecer en  Filipinas con las montañas de El Nido de fondo y el cielo multicolor. Silueta de Manolo e Irene en clarooscuro.
Atardecer en Lio Beach con el Nido de fondo

🌞 Otra playa increible de la zona es Napcan Beach a unos 45 minutos de El Nido. Al igual que la playa Lío, era un pequeño paraíso a excepción de las mini medusas que picaban dentro del agua. No eran peligrosas pero tampoco nada agradable. Si sois de los que buscáis sombra, a partir de las 14 horas no encontraréis por ningún lugar, a no ser que queráis pagar tumbona y sombrilla, y el calor puede llegar a ser agobiante.

El pueblo de El Nido en sí sólo lo pisamos unos minutos para cenar, ya que el alojamiento se encuentra a 15 minutos de allí. Es un pueblo lleno de turismo y borrachera. No nos gustó, de hecho no volvimos a cenar la noche siguiente.

  • Isla de Corón.

Y tras 3 días en la isla de Palawan tomamos un ferry (previamente comprado online ya que se agota rápido, con un precio de unos 31€ por persona) dirección Coron. En esta ocasión nos alojamos en una habitación cuádruple en Ezequiel Backpacker, situado en el centro del pueblo.

El alojamiento no sirve desayuno ni comidas, pero a escasos dos minutos podéis encontrar Lolo Nonoy, donde esta vez tanto Tripadvisor como el dueño del alojamiento acertaron en la recomendación. De hecho repetimos bastantes veces, tanto por la cercanía al alojamiento como por la calidad, precio y rapidez del servicio. Recomendación del pork sisi del que antes hablamos y de Palabok 🍝 (Se tratan de unos noodles de arroz con pescado ahumado, salsa dorada de cerdo y como topping trozos de cerdo empanado y huevo).

Coron Town no tiene playas cercanas, de hecho un día intentamos llegar a una muy famosa al norte llamada Ocan Ocan Beach y nos dimos la vuelta. También por esta zona se encuentran las Concepción Falls, unas cascadas que también teníamos anotadas pero salimos muy tarde del alojamiento, y tampoco nos dio tiempo ya que allí anochece muy temprano.

Una opción para adictos a los atardeceres como nosotros es bucar un hotel con terraza y vistas. Nosotros elegimos el hotel Funny Lion que cuenta con jacuzzis en la terraza. Aprovechamos la happy hour con buenas vistas y buena compañía. El precio por estar en el jacuzzi unos 5€ por persona y las cervezas comprando 3 te regalaban una.

Manolo e Irene en un jacuzzi con cervezas y atardecer de fondo
Atardecer desde el Hotel Funny Lion

Otro sitio que descubrimos tarde, ya que fuimos a una fiesta la última noche (hacen fiestas temáticas todos los días, incluso con sesiones de cine al aire libre) es el Hop hostel. Se trata de un hostel con flow. Me explico, un hotel con rollo de hostel, con cocinas y baños compartidos, terraza para fiestas y bonitos atardeceres, pero nada barato. Tiene concepto de hostel pero precio de hotel caro. Si vuestro presupuesto es ajustado como lo era el nuestro, al menos subir a la terraza a tomar algo merece mucho la pena.

Por último, otro punto para ver atardeceres muy famoso en la isla es subir a una montaña donde se encuentran unas letras gigantes donde se puede leer Coron, estilo Hollywood. Avisamos que hay que subir muchos escalones, pero al llegar puedes disfrutar del sol poniéndose sentado tranquilamente en la ladera de la montaña.

Y seguramente, si llegados a este punto, tenéis incluido Coron entre vuestras paradas de vuestro futuro viaje a Filipinas, os sonará el nombre de Siete Pecados para hacer snorkel🐠. Se trata de una serie de islotes alrededor de los cuales se hace esta práctica. Por algo más de 5€ por persona nos han llevado en barco, con las tasas turísticas incluidas. Merece mucho la pena, había cientos de peces de muchos tipos y un fondo de coral digno de ver. Peces loros, payasos, globos, estrellas de mar o calamares, se pueden observar fácilmente. Totalmente recomendable.

Manolo e Irene en un barco típico filipino con aguas cristalinas y montañas de fondo
Snorkel en Siete Pecados

También habréis pensado en como hacer un island hopping y ahora viene una recomendación súper importante. Escoger alguna agencia o persona que esté recomendada previamente por redes sociales. Es bastante común las estafas en estos tours y nosotros intentamos contactar con un chico que nos habían comentado (podéis poner Ricky Martin en Coron, en Tripadvisor y os saldrá, aunque también tenemos su móvil por si queréis contactar vía whatsapp), pero al estar ya ocupado para los próximos días, paramos en una agencia y tras pagar unos 32€ por persona, pudimos comprobar al día siguiente el por qué de este precio tan «barato».

La primera parada que elegimos fue en Barracuda Lake. Al haber comenzado a las 7 de la mañana, estuvimos bañándonos y disfrutando del lugar completamente solos.

Y la siguiente parada fue Kayangan Lake, una parada parecida a la primera pero como curiosidad había pequeños pececillos y un perro que nadaba por el lago jugando con ellos. La tercera fue muy bonita pero estaba llena de gente. Se trataba del Twin Lagoon. Dos Lagos comunicados entre sí por una cueva, por la que se pasaba a nado. De tanta gente que había, se formaba cola para pasar de lado a lado. Este lago a pesar de su espectacularidad, perdía encanto con tanta masificación.

Como cuarto destino tuvimos la playa de CyC donde estuvimos algo más de dos horas. Comimos en el mismo barco. La comida fue bastante escasa. Algo de pescado a la brasa, un poco de pollo en salsa y arroz. La siesta en ese mini paraíso nos sentó genial. Era una pequeña isla de arena blanca y aguas cristalinas y con poca, muy poca gente. Para los más cerveceros, un filipino aparece remando en su barca típica de la zona con bebidas, y aunque no sea la cerveza más fría que os tomaréis, si se agradecerá.

Paisaje de isla paradisíaca, con agua turquesa, manglar y filipino en barca típica.
Isla CyC

Y en la última parada la cosa empezó a sonarnos rara. Nos pararon en mitad del mar y nos dijeron que podíamos hacer snorkel allí, que habíamos llegado al Coral Garden. Al tirarnos al agua y estar unos minutos, ni veíamos peces ni corales, por lo que volvimos al barco decepcionados (nos habían dicho que esa era la mejor parada y la más espectacular). Nuestra amiga cogió el móvil y se puso a mirar en Google Maps nuestra ubicación y cuál fue nuestra sorpresa que nos estaban engañando. Que estábamos en medio del mar y el jardín de coral se encontraba a unos 400 metros de allí. Pero claro, había que pagar tickets para poder disfrutar de esa zona.

El señor que nos vendió el tour les dijo a los chicos del barco que nos pararan allí mismo y así el se quedaba con el dinero de las entradas del famoso Coral Garden. Pedimos a los chicos que nos llevaran hasta allí y pagamos nuestros tickets. Cuando nos tiramos al agua y vimos la cantidad de peces de todos los tamaños y formas, y los acantilados de coral brillante que había intentado dejarnos sin ver, nos indignamos más aún 😒.

Una vez acabado el tour fuimos a buscar al hombre y le hicimos devolvernos el dinero de las entradas que habíamos pagado de más. No nos puso ningún problema ya que sabía lo que había pasado, pero sentirnos estafados es una sensación que nos tardó mucho en desaparecer, y no nos dejó disfrutar del tour como debería haber sido.

En este punto de nuestro viaje por Filipinas, despedimos a nuestros amigos para continuar por nuestra cuenta destino Siargao. Las comunicaciones entre islas no son muy buenas, por lo que hemos tardado dos días en poder llegar a nuestro próximo destino. ¿Cómo lo hicimos? Pues primero cogimos de nuevo el ferry de Coron hasta El Nido y desde allí, una furgontea hasta Puerto Princesa. Fueron 10 horas de viaje hasta llegar a la capital de la Isla de Palawan. El precio del ferry (link aquí http://www.phbus.com/) son 32€ y la furgoneta 10€. Nuestro alojamiento se encontraba a las afueras de la ciudad (Hanbees Garden Pension House, 18€ la noche con desayuno).

  • Puerto Princesa.

¿Merece la pena hacer una parada en Puerto Princesa? Bajo nuestro punto de vista, un NO rotundo. A no ser que bucees, ya que Puerto Princesa es un lugar de referencia mundial para los buceadores. Cerca de sus costas parece ser que es fácil observar al tiburón ballena 🐋.

La catedral y la Plaza Cuartel es lo más conocido, pero ni es bonito y se tarda en visitarlo 3 minutos. Por mencionar algo que merece mucho la pena en la capital de Palawan, es el Restaurante Kalui. Calidad y servicio de 10, y de precio para haceros una idea nos costó 13€ para dos personas, dos entrantes, dos principales y el postre fue fruta fresca como cortesía. Eso sí, que no os pase como a nosotros. Es un súper restaurante, por lo que la gente va muy arreglada. Nosotros nos colamos allí en pantalones bombacho y camisetas no apropiadas para el lugar.

Plato de atún a la brasa con plátano frito, zanahorias y algas comestibles
Plato de atún a la brasa en Kalui Restaurant.

Ese mismo día tomamos un vuelo hasta Cebu, para hacer noche y salir al día siguiente bien temprano hasta la ansiada Siargao. Para movernos por grandes ciudades como Cebu, elegimos Grab 🚕, una aplicación como Uber/ Cabify en la que se puede encargar casi de todo (comida, taxi, moto-taxis…) y se paga en efectivo. Podemos decir que en Vietnam, Indonesia y Filipinas funciona muy bien, y evita el tema regateo con taxistas o tuk tuks, que en ocasiones te hacen dudar si te están estafando o llevan razón.

  • Cebu.

Nos hemos alojado en un hostel nuevo y limpio en un barrio, como decirlo, ‘popular’. Barrio muy pobre pero totalmente seguro, con gente adorable que salía a la calle a darte los buenos días/ tardes/ noche, siempre con una sonrisa. Sí, repetiríamos en Magabelle Guesthouse, y subiríamos a su fantástica terraza. Cerca de este hostel hay un centro comercial por si os toca un día de lluvia como a nosotros o si queréis ir de comprar o comer en sitios más comerciales (nosotros pasamos parte de la tarde en unos recreativos en este centro comercial y nos lo pasamos genial en esta vuelta a nuestra infancia).

¿Qué hacer en Cebu un día?📍Visitar el Fuerte de San Pedro, huella del pasado español en la ciudad. La capilla del Santo Niño, donde suele haber bastante afluencia de público, y sin embargo, no nos cruzamos con ningún turista (posiblemente por la amenaza del COVID 19). Esta Capilla se sitúa al lado de la Cruz de Magallanes, reliquia con muchos devotos en Filipinas y considerada sagrada. Hay que recordar que Magallanes murió en esta isla en una batalla contra los nativos.

También visitamos la Catedral Metropolitana y la Casa Gorordo (era la vivienda del primer comerciante chino que llego a Cebu, conservando la arquitectura primitiva e infinidad de objetos). En su jardín tocaron el arpa y el ukelele un par de músicos que le dieron a la visita un toque hawaiano.

Irene delante de una casa estilo con decoracion china
Casa Gorordo

Nos ha quedado en nuestra lista de sitios que visitar en Cebu, las cascadas de Inambakan. Están a tres horas de la ciudad pero sus fotos nos tienen enamorados. Un paraíso que debemos descubrir en un futuro viaje a Filipinas.

La pregunta más repetida a nuestra vuelta a España ha sido «Si tuvierais que elegir una isla de todas las que habéis visitado, ¿con cuál os quedáis?» Sin lugar a dudas podemos decir que Siargao. Ha sido la isla más bonita, con los mejores paisajes para fotografiar, la gente más auténtica, con muy poco turismo y muy muy barata.

  • Siargao.

Y es que Siargao ya nos recibió con el aterrizaje más bonito y espectacular que hemos tenido en la vida (junto con Maldivas). Tras un primer intento del piloto de tomar tierra y no conseguirlo por la poca visibilidad que había, en un segundo intento nos adentramos en un inmenso palmeral con el avión. Intuíamos la pista, pero ni la veíamos. Solo veíamos palmeras casi rozando el bajo del avión. Fue espectacular.Sin dudas esta parada en nuestro viaje por Filipinas apuntaba maneras…

General Luna es lo más conocido de la isla, junto con su playa Cloud 9, ya que se trata de una importante isla para surferos 🏄. Tened en cuenta que aunque en Cloud 9 puedes iniciarte en el surf, sus fondos son algo peligrosos ya que el coral corta. Con este consejo no os queremos ni mucho menos quitar las ganas, pero si tenerlo en cuenta. Es sin duda la parte más turística de la isla, por lo que sólo nos alojamos una noche en Sunset Hill. Teníamos muy buena ubicación ya que no estábamos en el mismo pueblo, sin ruidos ni turistas, pero a la vez cerca de todo. En General Luna tendréis de todo. Sitios de fiestas, tiendas con bastante estilo y bares de todo tipo. Su ambiente nos gustó bastante.

El alquiler de moto es más que necesario en esta isla, tanto si surfeas para cargar la tabla (las motos van adaptadas para poder colgarla en el lateral), y sino practicas este deporte, para desplazarte y descubrir la isla, ya que todo se encuentra no separado a grandes distancias, pero si desperdigado.

Se supone que hemos viajado a Siargao en la época de lluvia y según nos comentó un chico español que se alojaba con nosotros, llevaba dos meses igual, sin abrir el día nunca. Parece que fue llegar nosotros y comenzar la buena racha, porque salvo la primera tarde que estuvo revuelto el tiempo, los demás días hemos tenido un sol reluciente y mucho calor. Hemos estado en Filipinas del 7 al 13 de marzo aquí por si os sirve de orientación para la época de lluvia que tuvimos suerte de esquivar.

En General Luna además de la zona surfera, hemos tenido el placer de probar el pan de coco, muy conocido en esta isla. Son unos bollos dulces y pequeños, hechos en horno cuya madera son cortezas de coco. En su interior encontramos una mezcla de trozos de coco con azúcar moreno. Nos hemos vuelto muy fans de estos panecillos.

bollo de pan de coco mostrando su relleno, pastel típico en Filipinas
Pan de coco

Volviendo al tema playeo, si queréis alejaros un poco del turismo, la playa de Malinao no se encuentra lejos del pueblo. Playas sin turistas, aunque no se ajustan a las paradisíacas playas que siempre relacionamos con Filipinas, no eran espectaculares aunque si aptas para un baño. En esta zona confluye los manglares y el mar, y aprovechando esta circunstancias, Manolo habló con un pescador y terminó dando un paseo por los manglares, en canoa, remando y solo escuchando los pájaros y los chapoteos de los peces.

Al atardecer llegamos tarde pero es muy famoso ir a verlo a The Boardwalk en Cloud 9, un embarcadero con orientación al oeste que pintaba muy bien.

Para comer recomendamos Mama’s Grill. Básicamente se trata de un lugar de barbacoas a muy buen precio y con buena calidad. Ademas con patatas fritas de esas de las que te hacía tu abuela. 🍟

Nuestra siguiente parada de esta preciosa isla de Filipinas fue en San Isidro por cinco noches. Las cuatro primeras en Freedom Society, un hotel nuevo con cabañas simuladas que en realidad son containers de transporte marítimo. Un concepto que nos gustó bastante y con el que se recicla material obsoleto.

El alojamiento en Siargao hay que señalar que es mas caro que en otros lugares de Filipinas, y más en el norte de la isla que hay menos oferta hotelera. Cuatro noches, nos salieron por unos 100€. Lo mejor del hotel era su ubicación entre palmerales y la cerveza MUY FRÍA. Esto de estar en medio de la jungla también tiene sus inconvenientes, como los insectos y que te lleguen nubes de éstos (la primera noche fue impresionante y algo desagradable, al llegar una nube de un insecto que nunca logramos identificar).

El segundo alojamiento fue Mangrove Garden y fue regateado directamente con la señora, previamente buscado en Booking.com. Una familia adorable que alquilaba un bungalow con vistas a un manglar.

Por el camino hasta San Isidro ya íbamos alucinando con el paisaje pero después con nuestra propia moto alucinamos más aún. Creemos que lo mejor que puedes hacer en Siargao no es el surf, ni el island hopping, ni las playas. Es perderse con la moto por la isla. Creo que puede ser el mejor recuerdo del viaje por Filipinas, esa libertad y esos paisajes prácticamente solos.

Manolo en medio de la carretera con un palmeral a ambos lados
Siargao

Las dos playas cercanas a esta localidad son Pacifico y Alegría. Para llegar a ellas hay que pasar por pueblecitos como Burgos, pueblos auténticos, agradables, que transmiten paz y regresión a la infancia. Parada obligatoria en Lokal, un bar de snack donde sirven un riquísimo y conocido helado de coco natural. Sin duda, el mejor helado en Filipinas. 🍨

Alegría Beach es sin duda la playa por excelencia de Siargao. Ahí si te esperan palmeras, aguas cristalinas y sin masificación. La podríamos colocar en nuestro TOP 10 de playas del mundo esta paradisíaca playa de Filipinas

Alegria Beach

🍜 Para almorzar, existen dos pequeños bares locales en San Isidro, pero cierran a las 2 de la tarde, por lo que la cena hay que desplazarse hasta Pacífico Beach, donde varios bares sirven barbacoas de carne y pescado.

En Siargao existen principalmente dos opciones de hacer Island hopping. Bien desde General Luna donde se visitan las islas de Naked, Daku y Guyam, o en el norte que donde se visitan Sugba Lagoon y Kawhagan Island. Nosotros decidimos esta segunda opción por dos razones: parece ser que es menos turístico y la localidad desde donde parten es Del Carmen, la cual no estaba lejos de San Isidro.

La tarifa para las barcas es de unos 55 €, para un máximo de 6 personas por barca (27,30 € exactamente por pareja pagamos nosotros ya que le pedimos a otra pareja compartirla y ahorrarnos unos pesos). La verdad es que los destinos se encuentra  lejanos a Del Carmen, recorriendo unos 40 minutos de manglares para llegar hasta ellos.

En este rico ecosistema viven cocodrilos marinos, unos increíbles y bastantes peligrosos reptiles. En el embarcadero se pueden ver restos de estos animales que impresionan. La organización de las barcas las tienen muy controladas y el conseguir algún «barquero» clandestino que os lleve por su cuenta y que podáis regatear el precio, es bastante complicado, por no decir imposible.

El tour de 7 horas de duración tenía dos paradas. La primera en Sugba Lagoon nos lo presentaron como un poco turistada pero a nosotros nos gustó bastante. No coincidimos con mucha gente allí, los botes continuamente van y vienen, e incluso hubo momentos en estar prácticamente solos. Se trata una bahía de agua salada, increíblemente transparente, con un paisaje espectacular y un muelle donde os dejan unas horas. En el muelle todo (y esto no nos gustó) es prácticamente de pago, hasta las mesas, pero con estar atentos y pillar unas hamacas, se echa un buen rato.

También tiene un espectacular trampolín (desde el que se pueden sacar espectaculares fotos),  kayaks y tablas de paddle surf. Además existe posibilidad de hacer snorkel, pero no era muy bueno. Para terminar, en el muelle no se vende comida ni bebida, y no se puede llevar nada de casa, seguramente para evitar los plásticos en la zona.

Manolo tirándose de trampolín en un lago con montañas de fondo
Trampolín en Sugba Lagoon

Al cabo de dos horas, vuestro barquero irá a recogeros y pondréis rumbo a la playa. Por el camino pasamos por poblaciones bastantes aisladas y nos hizo preguntarnos lo complicado que sería la vida allí. En unos 20 minutos llegamos a Kawhagan Island, una bonita y pequeña isla con una lengua de arena blanca, habilitada con césped y dos chiringuitos para comer algo. Allí pasamos un buen rato donde disfrutamos de un gran baño y una tranquila siesta. Como dato, recordar elegir bien el sitio donde os tendáis ya que las palmeras están llenas de cocos, y nos cayeron algunos bastante cerca que intuimos que nos podrían hacer bastante daño….

Seguimos con Siargao, la isla en sí es un espectáculo fotografiable. Desde paradas en la carretera, ya fuera para volar el dron entre palmeras, como para tomar fotos a los palmerales interminables os tomarán parte de vuestros días en la isla. Cada rincón parece más espectacular que el anterior. Desde palmerales que no terminan, hasta su gente, sin olvidar esos filipinos que montan en vacas de agua (nunca lo vimos en otro lugar).

Y hablando de palmerales enormes, hay uno famoso ya que es de los que más aparecen en redes sociales, y es fácilmente reconocible porque en el arcén de la carretera se paran numerosos turistas para tomar la famosa foto. Y con razón ya que es una alfombra verde de palmeras que no tiene fin. En Google Maps lo podéis encontrar como Coconut Trees View Deck. 🌴

paisaje de palmeras con cielo con nubes
Palmeral infinito

Entre foto y foto llegamos al río Maasin donde es bastante conocido subirse a una palmera y saltar al agua, al más puro estilo Tarzán. Tras varios intentos de Manolo, varios panzazos y muchas risas, conseguimos alguna foto de mérito.

Irene tendida en barca de bambu, en un rio dentro de un palmeral
Río Maasin

Otra actividad cercana son las piscinas naturales que se forman cuando la marea está baja cerca del pueblo de El Pilar, se llaman Magpupungko. La entrada es casi simbólica, unos 0,50€ entre los dos con el parking incluido. Nada más entrar nos asustó la cantidad de gente que allí había. Pero es verdad que una vez vas avanzando y observas lo curioso de la formación natural de estas «bañeras», te engancha y te da ganas de tirarte al agua. Además hay rocas altas que sirven de trampolín, como otra forma de diversión adicional.

Y no podíamos irnos de la isla sin probar el surf, actividad estrella en esta isla de Filipinas. Lo hicimos en Pacifico Beach 🌊 y a pesar de que el suelo sea de piedras no tuvimos ningún incidente. Aguas súper transparentes y olas para todos los niveles. El precio de una hora de clase privada es de unos 8€ (previo regateo). No fue nada fácil y cansa bastante más de lo que parece, pero nos pusimos más veces de pie en la tabla de lo que esperábamos, por lo que nos enganchó y repetimos los próximos dos días. Tomamos 3 clases en total y no vemos el momento de escaparnos a la playa de El Palmar (Cádiz) para seguir surfeando.

Manolo haciendo surf
Surf en Pacífico Beach.

Final de viaje inesperado.

No tuvimos un fin de viaje bonito. Ya por estos últimos días íbamos leyendo y escuchando cosas sobre el tan temible Covid-19 y ya nos llevaban advirtiendo varios días que el dichoso virus también había llegado a Filipinas y que en breve habría medidas drásticas.

Sí, así fue como tuvimos que adelantar la vuelta a España 15 días. En realidad no pensábamos seguir en Filipinas, ya que teníamos billete a Japón para pasar esta última etapa allí, pero viendo la que se avecinaba y la trágica situación que se estaba dando en España y tras barajar posibilidades, compramos un vuelo de vuelta a España desde Kuala Lumpur (lo compramos vía Frankfurt creyendo que España cerraría fronteras aéreas, pero  al menos estaríamos en territorio europeo). No fue fácil. A cada minuto, un país nuevo vetaba la entrada a españoles, por lo que la compra del vuelo y poder salir de Filipinas fue toda una odisea.

✈El trayecto de Siargao a Cebu lo hicimos con Filipinas airlines, una compañía que nos gusta. No como Air Asia, con sus colas interminables y con la que hicimos el trayecto Cebu a Kuala Lumpur. Ya desde Malasia, tomamos la compañía que más nos gusta a día de hoy (superando incluso a la gran Emirates) que es Etihad Airways. Por último, desde Frankfurt hasta España volamos con Lufthansa, en un avión con apenas 50 personas más.

Ya en Europa el ambiente era raro, no había bullicio en los aeropuertos, sino caras de tristeza y preocupación. De viajes acortados y sueños truncados.

No ha sido el fin de la aventura esperada. Pero tenemos claro que Filipinas es un país digno de visitar siendo Siargao un lugar que no te puedes perder. Nos has encantado Filipinas. Siargao te queremos.💕

Nos encanta que nos compartas


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