Viaje a Indonesia. Borneo y Java.

Viaje a Indonesia. Borneo y Java.

Planear un viaje a Indonesia requiere tiempo. Es obvio que no podríamos conocer todas sus islas (se calcula que Indonesia esta compuesta por 17.000 islas), tendríamos que tener 7 vidas como los gatos (lo cual estaría bastante bien). Pero si queremos abarcar al máximo, es indispensable establecer una ruta teniendo en cuenta lo que queremos ver, si queremos playas paradisíacas, naturaleza extrema, animales, monumentos… En nuestros 15 días en este país hemos tenido de todo eso. ¡Anímate y quédate con nosotros durante esta ruta que nos dejó con ganas de más!.

Nosotros realizamos este viaje a Indonesia entre finales de Junio y Julio, ya que es una buena opción para también visitar Bali. Muchas veces creemos que en todo el Sudeste Asiático la mejor época para viajar es de Diciembre a Marzo, pero no es así, en cada zona el monzón o la época de lluvia afecta de una manera diferente. Por ejemplo, para visitar Tailandia o Filipinas, os recomendamos de diciembre a abril, pero para Indonesia es mejor desde mayo hasta octubre (siendo preferible los meses de mayo, junio y octubre que es cuando hay menos aglomeraciones de personas), al menos si no quieres abarcar la zona de Papúa (Raja Amput), que también sería idóneo la temporada idonea es de diciembre /abril.

Queremos puntualizar que en Indonesia la religión mayoritaria es el Islam, a excepción de Bali, donde el 90% de la población es hinduista. Determinadas costumbres hay que respetar y el consumo de alcohol se puede complicar.

Y que sí, que Bali es muy turístico en algunas zonas de las cuales huimos como Denpansar plagada de surfers australianos, pero que la Isla es espectacular y aún mistica. Eso si, en Bali no os hagais mucha ilusión con las Puertas del Cielo. Aunque es una foto imprescindible, al final la imagen es un efecto optico y la cola para lograrla pueden ser dos horas.

En cuanto a su moneda, la rupia indonesia está muy devaluada. Un euro son unas 16.000 rupias, por lo que siempre iréis con billetes con muchos ceros pero que no valen mucho. Nosotros nunca llevamos dinero cambiado desde España. Siempre sacamos dinero en efectivo en los cajeros de los aeropuertos que suelen ser seguros.

En nuestro viaje a Indonesia utilizamos la tarjeta Bnext, que te permite sacar 3 veces al mes dinero sin cobrar comisiones y se recarga directamente desde vuestra tarjeta que normalmente uséis, sea del banco que sea, y en pocos segundos. Además llevamos siempre efectivo y cambiamos en la casa de cambio que tenga mejores valores.

Para desplazarnos por el país de forma segura, utilizamos la app Gojek, aunque también existe Grab, que funciona como Uber. Nos gustan estas aplicaciones ya que con ellas se evita el regateo y la picaresca. En Indonesia también funciona el transporte público pero por el precio de los servicios anteriores, creemos que no merecen la pena usarlos. La moto no la recomendamos a no ser que estáis acostumbrados a conducirla en vuestro país de origen, y sólo en islas pequeñas y con poco tráfico. En Bali también pero teniendo mil ojos y mucha paciencia. El tráfico en Indonesia es una locura y un caida os puede fastidiar un gran viaje.

Recordamos que los servicios sanitarios en este país son muy deficientes, y las caídas en moto son muy comunes, de ahí la advertencia del párrafo anterior.

Como curiosidad, el idioma indonesio se lee como se escribe y su escritura es de estilo occidental. No se conjugan verbos y algunas palabra como «terima kasih» (gracias),» sama sama» (de nada) o «hati hati» (despacio o tranquilo) las aprenderéis pronto y sacareis una sonrisa de algún local. Los indonesios son extremadamente simpatico y que te piden una foto sera muy habitual.

Después de estos detalles básicos, comenzamos con nuestro viaje a Indonesia. Hicimos una noche en Yakarta, ya que llegábamos desde Penang (pincha en Penang si quieres que te dirijamos a nuestra entrada sobre qué hacer en esta divertida ciudad malaya en 24 horas).

Sólo hicimos noche aquí pero eso sí, en uno de los hoteles más chulos que hayamos estado. Si tenéis que dormir aquí como nos pasó a nosotros os dejamos nuestro hotel porque nos sorprendió bastante. Un hotel nuevo y bien decorado, en el que al llegar a la recepción y mirar hacia arriba, encontramos una piscina de cristal incrustada en el techo. Osea, que estás haciendo el check- in y viendo a la gente bañarse cual pececillos en su pecera. Además la decoración es como si de un barco se tratase, teniendo en la última planta, un bar de copas/terraza diferente con un timón y un panel de control de barco. Es nuestro Top 1 de hoteles raros por el mundo sin duda. Su nombre es Posto Dormire y su precio fue de 24€ la noche.

Isla de Borneo.

Al día siguiente si que comenzó la aventura de nuestro viaje a Indonesia. Empezamos en la isla de Borneo, la tercera isla más grande del mundo y que pertenece a 3 países diferentes: Malasia, Brunei e Indonesia. Nosotros visitamos la parte de que pertenece a éste último país y nuestro objetivo era ver orangutanes. Esa parte de Indonesia se denomina Kalimanta, y si voláis desde Yakarta u otra ciudad, aterrizareis en el pequeño y surrealista aeropuerto de Pangkalam Bun.

Hablando de países que comparten territorios, ¿sabéis que significa Nasi Goreng? Arroz frito y significa lo mismo en malayo que en indonesio, por lo que no sólo comparten islas estos dos países… Este plato está compuesto por arroz frito con verduras y salsa de soja dulce y se acompaña de pollo, y huevo frito. Lo encontraréis en cada warung que paréis a comer en vuestro viaje a Indonesia. Los warungs es el nombre que tienen sus bares, donde siempre encontraréis este plato y su versión con fideos largos/tallarines en lugar de arroz. Sera una comida muy habitual en tu viaje a Indonesia pero nosotros no nos candabamos.

Nasi Goreng especial con huevo y pollo, el plato más comido en nuestro viaje a Indonesia
Nasi Goreng especial con huevo y pollo.

Pero volviendo a Borneo, nosotros visitamos a los orangutanes en el Parque Nacional de Tanjung Puting. Para ello contratamos un todo incluido en una casa-barco que se denomina kloptop (este nombre se debe al ruido que hace el motor del barco). El guía os recogerá en el mismo aeropuerto y os acompañará cada vez que bajéis del barco. También le podéis pedir alguna cosa más especial antes de embarcar, como cervezas que serán caras y de contrabando, pero estar en medio de una jungla y sin cerveza sería una locura.

Nosotros elegimos la opción de tour privado, por lo que sólo íbamos en ese barco nosotros dos, junto con nuestro guía, y dos cocineros. Es una actividad cara, pero esencial, muy recomendable e inolvidable y que un amante de la naturaleza debe hacerla sí o sí. Dormir en medio de una jungla, atravesando un río y ver orangutanes con un millón de estrellas y luciérnagas, es difícil de superar. Os dejamos el contacto de nuestro guía por si os animáis: orangutantourkelotok@gamil.com. También disponen de WhatsApp: 6282357777750. Nuestro guia fue Isai y hablaba algo español. La empresa familiar disponia de varias embarcaciones y algunos guian hablaban español. Esta enorme experiencia fueron unos 350€ en 2019. ¿Merecio la pena? ROTUNDAMENTE SI.

La actividad comienza desde Kumai, atravesareis un gran río en el que podéis ver delfines, y cogeréis un canal por lo que os iréis internando poco a poco en la selva como si fuera la recreación de la película Apocalisis Now. Ya en este río de aguas muy negras deberéis ir atentos porque se pueden ver cocodrilos. Aunque el objetivo es ver orangutanes y vimos muchos, el Parque Nacional cuenta con otros atractivos como monos narigudos, gibbones, serpientes, aves exóticas, osos de borneo o leopardos.

Gibbon
Gibbon.

Para ver los orangutanes se han habilitado unas plataformas donde en ciertos momentos del día, se llenan de plátanos y cocos para que estos animales acudan en su búsqueda. En cuanto a la seguridad, la zona del mirador para los turistas se encuentra a varios metros, para poderlos observar perfectamente. No nos esperábamos unos animales tan grandes y ágiles a la vez. Ni que no saltaran de árbol en árbol, si no que se balanceaban hasta alcanzar la rama deseada con una destreza que a día de hoy lo seguimos recordando con nostalgia. Los orangutanes u otros primates pueden aparecer por cualquier lugar, incluso muy cerca de los viajeros, por lo que hay que estar atentos visualmente y al sonido.

Puede parecer una actividad preparada, pero verlos de otra forma es muy complicado. Además no en toda las épocas del año acuden a estas plataformas, ya que sólo lo hacen cuando los frutos en el interior de la jungla más escasean.

orangutan
Plataformas para ver orangutanes.

Durante el recorrido también parareis en algún centro de recuperación de la selva o podréis realizar un trecking. Para pasar la noche nuestro guía buscaba lugares que fueran de cuento por la cantidad de luciérnagas que había alrededor de nuestro barco. También descansareis bastante ya que atardece pronto y en la selva mucho ocio por la noche tampoco había. Sí, se puede decir que dormíamos unas 12 horas diarias (de las 7pm a las 7am).

En cuanto al barco que fue nuestra casa durante esos 3 días, decir que todo lo hacíamos en la cubierta. Con un colchón con sábanas de princesas Disney en medio, que por la noche nos lo acondicionaban con sábanas y mosquitera. Una mesa donde nos servían las exquisitas y abundantes comidas, y en la proa dos tumbonas para disfrutar de las maravillosas vistas del manglar por donde navegábamos. Fue una experiencia única que no debéis obviar si hacéis un viaje a Indonesia, así que os dejamos fotos para que os hagáis una idea de nuestro tour.

cas barco
Nuestra «habitación».
desayuno
Desayuno en nuestra casa-barco.
almuerzo
Almuerzo.
cena
Cena.

Ver los orangutanes fue una experiencia increíble y auténtica, atravesando ese río a través de pasos muy estrechos, disfrutar de ese cielo, ver monos narigudos en el agua u observar como los pequeños orangutanes persiguen a los habilidosos gibbones. Serán recuerdos que siempre nos acompañarán. Si vas a Indonesia, esta actividad no debe faltar.

Además recordad que con este tipo de turismo ayudáis a conservar a estas especies así como una de las selvas más grandes de la Tierra, fomentareis el trabajo de las comunidades locales en el cuidado de la naturaleza y le daréis una alternativa real al cultivo de aceite de palma o la extracción del caucho que tanto amenaza a este santuario.

Orangután
Orangután comiendo bananas y cocos.
Familia de orangutanes.
Familia de orangutanes.
amanecer
Amanecer en el Klotok
atardecer
Atardecer en el Klotok
Cerveza bebida en nuestro viaje a Indonesia
Atravesando la selva, Bintang en mano.

Al terminar nuestra aventura en kloptop, optamos por quedarnos en la isla una noche más, y lo hicimos en el único hotel con piscina que había en Pangkalam Bum. Pronto nos dimos cuenta que esta opción la elige poca gente porque no vimos ningún occidental y al salir a dar un paseo no fueron pocas las personas que nos pedían una foto o querían saludarnos. Nos encantó ese día, lástima que no encontramos un karaoke abierto si no la hubiésemos liado en aquella isla.

Como curiosidad, en nuestro hotel había un concurso para elegir a la reina del carnaval, lo cual nos extrañaron esos vestidos tan sensuales y maquillajes llamativos, al ser un país de una clara cultura islámica.

Isla de Karimunjawa.

Y siguiendo con nuestro viaje a Indonesia, aterrizamos en el aeropuerto de Semarang, para poner rumbo a Jepara y coger un ferry rumbo a la isla de Karimunjawa. IMPORTANTE, Indonesia no tiene tantas facilidades para moverse compartiendo furgoneta como Vietnam o Tailandia, por lo que es habitual tirar de taxi o aplicaciones de Gojeck o Grab como os comentamos antes.

Esta isla no está en los recorridos conocidos del país, de hecho la encontramos buscando islas paradisíacas con el Google Maps. Si después de leer sobre este paraíso decidís poner rumbo a este lugar, lo primero a tener en cuenta es que reservéis el ferry Jepara- Karimunjawa con mucha antelación.

Existen dos tipos de barcos, los barcos rápidos y los ferries para indonesios donde triplican el numero de pasajeros permitidos, y nos recuerda la noticia más de una vez de un hundimiento por la zona. ¿Adivináis cuál tuvimos que coger?. Efectivamente, el ferry rápido (de 2 horas de duración) estaba agotado para los próximos 5 días y el ferry regular también lo estaba para el día que llegamos, por lo que si os ocurre esto, ¡tranquilos! os dejamos el hotel donde nos alojamos con piscina y personal encantador para pasar el día previo al viaje. El hotel The Gecho Inn Country nos costó unos 25€ la noche.

Jepara es una ciudad muy fea, con un tráfico de locos y sin nada interesante que visitar, de hecho al final del día intentamos dar una vuelta en moto, y a la media hora estábamos de vuelta al hotel. Además había celebraciones en las calles que nos recordaron a nuestras comuniones que complicaba aún más la conducción.

Y al día siguiente nos montamos en el ferry lento, con unos 300 indonesios, y 10 turistas occidentales más, y el camino de 5 horas con el mar picado se hizo eterno. Por favor, reservad el ferry rápido con antelación, ese trayecto no se lo recomendamos a nadie.

Trayecto del ferry destino Karimunjawa.
Trayecto del ferry destino Karimunjawa.

Cuando el barco llegó a nuestro destino y vimos el color del agua y la silueta de la isla salvaje de fondo, se nos olvidaron esas 5 horillas de nada. Y ya intuimos que iba a ser EL PARAÍSO de nuestro viaje a Indonesia. Estuvimos en 3 hoteles diferentes. Llevábamos las tres primeras noches reservadas en el hotel Mirabelle Joglo Village con un precio aproximado de 35€ la noche. Altamente recomendable. Las habitaciones son cabañas con vistas al mar y a la ladera de la montaña y su desayuno era muy bueno y abundante.

Desayuno
Desayuno en Joglo Mirabelle.

Cambiamos de hotel para pasar una noche en el hotel Floating Paradise. Tenía el mismo precio por noche que el anterior pero no tenía nada que ver.

Este alojamiento solo contaba con dos habitaciones MUY básicas (colchón en suelo y mosquitera era lo que había dentro de la habitación, y el baño se accedía a través de una plataforma por el agua y no estaba nada bien, ni de limpio ni de instalaciones). Sus puntuaciones en Google Maps nos parecen exageradas para el lugar que es. Además, de precio elevado.

Oye y ¿por qué lo elegisteis? Pues porque al estar tan alejado del pueblo, en medio de un manglar que había que pasar a pie y no fue nada agradable por la noche, en la descripción aparecía como un lugar genial para hacer snorkel desde la misma habitación, y por la noche poder tener plancton luminiscente a los pies de la cama. Pero la realidad fue que el agua estaba muy removida, no se veía nada, el plancton sí que lo vimos pero más tarde desde otro punto de la isla.

El camino hasta llegar a él, lleno de maleza y con un paseo de unos 200 metros hasta llegar a la habitación por un manglar no fue nada agradable. ¿Repetiríamos? Si lleváis provisiones para cenar allí y no salir hasta el día siguiente sí. Si no en absoluto. El manglar era precioso pero hay que advertir que había pitones, según nos dijo su dueño. Aunque también hay que reconocer que el lugar nos ha dado una de las anécdotas más buenas de nuestros viajes, Manolo conduciendo en mitad de la noche la moto e Irene con el palo de la GoPro espantando a los murciélagos que se nos acercaban a los faros de la moto. Para habernos matado…pero anecdota épica.

Floating Paradise.
Floating Paradise.
Saltando al agua
Desde la habitación del Floating Paradise.

El último hotel lo reservamos en el mismo pueblo. Un hostal sencillo, barato, limpio y mochilero. Muy asiático. Sama Sama Homestay tuvo un precio de 16€ la noche.

En cuanto a la isla NADA turística era un paraíso de aguas cristalinas, playas preciosas y partes de vegetación que a día de hoy siguen sin descubrir, ya que cuenta la leyenda local que en esta jungla vive una serpiente con cuernos de 8 metros, a la que es mejor no molestar. Es por ello que subir a descubrir la selva que coincide con la zona central de la isla es un misterio tanto para los locales como para los turistas. Os podíais encontrar con varanos y monos en medio de la carretera así como pollos que se cruzan que son un verdadero peligro.

playa
Disfrutando de una de sus playas.
Vista de la playa desde el palmeral.
Vista de la playa desde el palmeral.

Sus playas más famosas son Pantai Bobby (con columpios y siluetas en el agua, muy instagramer todo y con posibilidades de ver plancton luminiscente), Sunset Beach (playa ideal para ver el atardecer donde Manolo hizo amistad y dejó un recuerdo al anfitrión) y Pantai Batu Topeng.

Existen otras playas que no sabemos ni el nombre pero que las podréis encontrar si os perdéis un poco por la isla. En cualquiera de ellas, podréis tenderos plácidamente y disfrutar de lo maravilloso que es la vida en general y los viajes en particular. Si alquiláis moto (depende de los días, para que os hagan precio, pero no debe superar los 4 o 5 euros al día). Bueno más bien no es un consejo, es una obligación, ya que no hay taxis/ autobuses que comuniquen la isla de punta a punta.

Como decíamos, cuando alquiléis una moto podéis ir hacia el norte y descubrir playas en la que os encontraréis a unos pocos de locales y es que el turismo internacional se queda en el sur de la isla, en cambio el local sube hasta el norte. Atravesareis campos de arroz y algún que otro manglar. No hay gasolineras pero siempre encontrareis una tienda con botellas de Coca Cola llenas de gasolina. Tampoco debes quitar la llave de tu moto, porque es más fácil perderla en la playa a que te la roben. Así es este paraíso.

Columpio
Columpio en Pantai Bobby.
Paraiso
Paraíso
Atardecer en Sunset Beach.
Atardecer en Sunset Beach.
Recuerdo que dejó Manolo al chico del chiringuito.
Recuerdo que dejó Manolo al chico del chiringuito.

En el norte también vimos que había un aeropuerto pero tiene pocas conexiones y al parecer los vuelos eran caros (en Skyscanner no aparece pero se podía comprar vuelos allí directamente).

Y hablando de playas, una actividad indispensable en vuestro viaje a Indonesia es tomar un tour de snorkel donde te proporcionaran todo el equipo e incluye el almuerzo de BBQ de pescado en una playa virgen. Es un día de lo más entretenido y se pasa volando. Se puede contratar allí sobre la marcha y nuestro consejo es que compares en varios sitios y escojáis el que mejor se ajuste a vuestro presupuesto.

Tour de snorkel.
Tour de snorkel.
amiga de Irene
Nuestra compañera de tour.

Subir a uno de los miradores con los que cuenta la isla es también un espectáculo. Veréis desde arriba a la isla en todo su esplendor.

desde el mirador
Desde el mirador Bukit Love.
Mirador
Mirador.

Otra cosa que nos encanto de esta isla, son las cenas. Fueron las que más nos gustaron de nuestro viaje a Indonesia. Y es que para el almuerzo cualquier warung es bueno, pero las cenas en el mercado de los pescadores del pueblo eran muy top. En la plaza del pueblo se acumulaban pescadores con cajas de pescados recién traídos y montaban unas BBQs justo al lado del puesto, de modo que tú mismo elegías lo que te ibas a comer y te sentabas a esperar tranquilamente a que el pescado se cocinase. El ambiente era local, de relax y de pocas prisas para todo, hacían de esas cenas unos momentos únicos.

pescado fresco
Pescado fresco para cenas.
pescado cocinado
Pescado a la BBQ

Recordando estos momentos también hay que decir que una de las grandes cosas que se hacen en los viajes son las amistades, y aquí conocimos a Fernando y Laura con los que compartimos unos días inolvidables. La amistad son los mejores souvenirs que uno se puede traer de un viaje.

Por otro lado, si os entra morriña española, hay un hotel/restaurante cuyos dueños son españoles. Además de pasar unos buenos ratos y echarnos unas cervezas con ellos, les podéis encargar una cena española a base de tortilla de patatas y croquetas de atún fresco que quitan el sentido. Blue Coral es su nombre.

Como veis Karimunjawa es uno de esos lugares de los que uno no se quiere ir nunca pero el viaje continua, aunque siempre dejaramos razones para volver.

Isla de Java.

Nuestro siguiente destino fue la isla de Java. ¿Sabías que esta isla es la más poblada del mundo y que su capital, Yakarta, es la cuarta ciudad más grande del planeta? ¿Y sabías que se hunde 3 cm al año por ello, junto con el cambio climático?

Para ir a la isla de Java volvimos a coger el tedioso ferry lento y desembarcamos, de nuevo, en Jepara. Pero en esta ocasión no tiramos de Gojek ya que encontramos una minivan (en el mismo puerto) que nos llevara a la siguiente parada, Yogykarta. Después de varias horas interminables de viaje llegamos a nuestro hotel que era un verdadero remanso de paz. El Hotel Omah Pakem se sitúa a las afueras de Yogykarta pero es ideal para desconectar, pasear por sus arrozales y pegarse un baño. Podemos decir que era digno de Luna de miel y su precio fue de 92€ euros dos noches. ¿Repetiríamos? SÍ. Debe ser un must go en vuestro viaje a Indonesia.

hotel Oma pakem
Hotel dentro de arrozal.

Yogykarta la consideramos una parada obligatoria en un viaje a Indonesia ya que dos de los grandes atractivos del país se sitúan cerca de esta ciudad, los templos de Borobudur y Prambanan. Ambos templos son Patrimonio de la Humanidad declarados por la Unesco.

Como ya hemos comentado, Indonesia es un país de mayoría musulmana (de hecho es el país con más musulmanes del mundo), pero antes de la llegada de los comerciantes árabes que trajeron el Islam, la población indonesia, muy dividida en diversos reinos, era budista o hinduista. Por esta razón ambos monumentos son de inspiración budista e hinduista con lo que conlleva un estilo y arquitectura que a nosotros nos fascina.

La primera visita de estas dos paradas fue Borobudur. Este templo famoso por sus pequeñas pagodas sobrepuestas encima de un templo mayor, se situaba a una hora de la ciudad por lo que volvimos a utilizar Gojek.

Borobudur es el monumento budista más grande del mundo, la forma piramidal de su estructura y las pagodas acampanadas (son 72), que contienen pequeños budas, así como los relieves de su superficie y los detalles esculpidos, lo hacen uno de los monumentos más bonitos y fotografiables del mundo (al menos en nuestra opinión). Su nombre no tiene un origen claro, aunque podría responder al de «Monasterio de Buda». Su construcción data entre los Siglos VIII y IX, aunque en el Siglo XIV fue abandonado. Entre muchas cosas, nos llamó la atención que sus distintos niveles y plantas cambian de forma, las bases o plataformas inferiores son cuadradas de mientras que las superiores son circulares, lo cual desde el cielo tendría el edificio forma de «Mandala Budista». Cada plataforma representa un estado de la iluminación.

También las pagodas no fueron construidas con mortero por lo que las piedras están superpuestas una tras otra y los tallados en piedras representan temas como la naturaleza, el nacimiento de Buda, referencia a la cosmología o distintas batallas. En total hay en el templo unas 504 estatuas de Buda aunque mas de 300 están mutiladas. El lugar sigue siendo sagrado para los budistas que acuden al lugar en peregrinación.

Templo de Borobudur.
Templo de Borobudur.
Relieves en Borobudur.
Relieves en Borobudur.

Como anécdota os diremos que a los indonesios les encanta fotografiarse con los extranjeros y ese día a Irene se le formo una cola increíble para tomarse un selfie con ella. No es broma, podría haber más de 50 personas.

Templo de Borobudur.

Cerca de este gran monumento, hay otros templos menores como Mendut y su espectacular árbol en su jardín del que caen unas tirolinas impresionantes.

Árbol junto al templo de Mendut.
Árbol junto al templo de Mendut.

Si queréis disfrutar del amanecer en Borobudur y queréis reservar un hotel cercano, hacerlo con mucha antelación, ya que es un servicio bastante demandado y con poca disponibilidad. No vayáis a la aventura, que es lo que nos pasó a nosotros.

Respecto a qué ver YogyKarta, no te puede faltar El Kraton (el Palacio del Sultan), Taman Sari (Palacio de Verano) y la avenida de Malioboro, con gran variedad de tiendas y restaurantes. Muy recomendable el Legian Garden Restaurant, donde servían cerveza bien fría que por aquí es difícil encontrar pero con esa calor se apetece bastante.

Pero todo esto es secundario y debes priorizar ir a los Templos de Prambanan, a unos 18 kilómetros de Yogykarta (ve con mucho tiempo porque el conjunto es muy grande, unos 200 templos y merece mucho la pena). Simplemente espectaculares. Prambanan es el más conocido pero el recinto es un conjunto arqueológico de varios templos y restos arqueológicos que nos recordaron bastante a los Templos de Angkor en Camboya, y que no tienen nada que envidiarle.

estatua en Yogyakarta
Tour a pie por Yogykarta.
Graffitis
Graffitis en Yogykarta.

El templo de Prambanan es de origen hinduista y esta dedicado a las tres principales deidades de esta religión: Brahma, Visnú y Shivá. Su fecha de construcción se situa sobre mediados del Siglo IX, aunque los templos han sido reconstruidos y restaurados en varias ocasiones, siendo la última tras el terremoto de 2006. El principal de estos templos y más icónico es Candi Shiva (de 47 metros), flanqueado por otros dos menores que serian Candi Brahma y Candi Visnú, ambos de 33 metros. Alrededor hay varios templetes menores dedicados a otros dioses o deidades menores.

templo
Templo de Prambanan.
templo
Templo de Prambanan.

Nota: Candi viene a significar templo en indonesio. El mayor atractivo de los templos está en su exterior, lo impresionante de su grabados y los detalles. Los interiores suelen ser diáfanos y con alguna escultura pero no tienen nada que ver con su imagen desde fuera.

Otros templos que hay que reseñar del recinto son Candi Lumbung, Candi Bubrah y Candi Sewu, que como curiosidad son templos budistas y no hinduista. El de Candi Sewu fue el que más nos gustó y además fuimos al atardecer y a última hora donde este templo estuvo solo para nosotros. Creo que nunca estuvimos en un lugar tan espectacular para nosotros solos. Una vez más la iconografía era espectacular y en cada rincón querrás tomarte una foto.

Candi Sewu
Candi Sewu.
estatua
Estatua en Candi Sewu

Para desplazarte por el recinto existen unos carritos pero nosotros lo preferimos hacer andando. Respecto al precio la entrada ronda unos 20€ por persona; 32€ si las compráis conjunta con Borobudur; y 45€ si queréis ver el amanecer en este último. Para los menores de 10 años las entradas rondan los 12€ y si tenéis el carnet de estudiantes también hay reducción de precio.

Otra actividad cerca de Yogykarta que os puede interesar en vuestro viaje a Indonesia es visitar el Parque Nacional Tamn Gunung Merapi y su volcán, o la opción más turística de subir al volcán Bromo. Nosotros intentamos visitar el primero pero fue imposible ya que llegamos y estaba cerrado y esa misma tarde salía nuestro siguiente vuelo a Bali. Pero ahora sí, en moto, visitamos los alrededores de nuestro hotel y nos perdimos por los mercados locales. Como veréis fueron dos días muy intensos en los alrededores de Yogykarta.

en moto por la zona
Descubriendo la zona.
mercado
Mercado local.

Esta fue nuestra experiencia en un país mágico que se ha colocado entre los primeros en el ranking de países que más nos gustan. Creemos que en cada parte especial del mundo que se visita se queda algo de uno mismo y te llevas otras. En Indonesia nos llevamos los paisajes de película, selvas vírgenes, playas paradisíacas y sobretodo, la sonrisa de la gente adorable de este país. Nos llevamos todo eso pero algo de nuestro corazoncillo viajero se lo quedaron en estas islas. Sabemos que volveremos porque con 17.000 islas nos quedan muchas por descubrir aún.

De Java nos fuimos a Bali, pero esa ya es otra historia. Sama Sama si has llegado hasta aquí 🙂

Las Puertas del Cielo, Bali.

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